En una de esas charlas cafeteras que suelto tener con mi amigo Kiko (no es la primera vez que hablo de ellas) conversábamos acerca de lo de fácil o difícil que es hacer hacer un agujero con un taladro.
En una de esas charlas cafeteras que suelto tener con mi amigo Kiko (no es la primera vez que hablo de ellas) conversábamos acerca de lo de fácil o difícil que es hacer hacer un agujero con un taladro.