En vista de que mi anterior entrada de : Yo soy organizador de eventos ha gustado tanto me han animado a hacer esta que se llama yo también soy fotógrafo.
Y es que el mundo de la fotografía ha cambiado tanto que ahora cualquiera puede ser fotógrafo o hacerse pasar por uno.
Todo el mundo que me conoce sabe que me encanta la fotografía, que disfruto mucho haciendo fotos (sobre todo si son de comida), pero es que para mi hacer fotos es una manera de relajarme o desconectar .
Y ahora pues teniendo un teléfono móvil encima es mucho mas fácil hacer fotografías. Y no las debo hacer mal porque hay mucha gente que le encantan mis fotos (y nos es por tirarme flores, es la verdad). Dentro de nada en mi cuenta de Instagram y voy a llegar casi a las 5000 publicaciones y tengo poco mas de 1000 seguidores pero esos si que son fieles y me arropan. Prefiero tener pocos y buenos, que no muchos y que no valgan para nada. Y eso que yo considero que no tengo egosocial, que no voy detrás de los «me gusta» (que siempre se agradecen) sino que pongo las fotos porque me gusta y porque quiero, y porque como ya he dicho antes para mi es una válvula de escape.
Yo no soy fotógrafo
Y desde luego que no quiero serlo. Que a la gente le gusten mis fotos (después de estar todo el día haciendo fotos y viendo fotos pues algunas te salen buenas por narices) y que algún medio me las pida para colgarlas en sus redes no quiere decir que yo sea profesional, ni mucho menos, todo lo contrario, me falta mucho por aprender. Tengo igual algunos conocimientos (muy pocos) sobre composición y esas cosas,pero soy de los que saca muchas de sus fotos en automático. Porque sí señores, la gente se compra unas cámaras impresionantes para sacar sus fotos en automático. Para que me voy a molestar en mirar la profundidad de campo, la exposición, etc (siento utilizar palabros técnicos) si la cámara ya lo hace todo por mí. Y que conste que se que muchos profesionales hacen las fotos en automático pero eso no desmerece su trabajo, porque al final son profesionales, han estudiado de ellos, muchos vienen de la época analógica en la que no existía el automático en la que te tenías que pensar muy bien la foto porque no es como ahora. Ahora llevas una tarjeta de memoria de 32gb y te puedes hinchar a hacer fotos y de todas las cientos de fotos que saque pues alguna es buena. Pero un fotógrafo de los de antes, estudia la foto, la compone en su mente y luego prepara la cámara y hace la foto.
Y es que en el fondo muchos fotógrafos son artistas porque si una foto es capaz de sacarte una sonrisa, hacerte llorar, dejarte sin palabras, mostrar en una imagen algo que sería mas fácil demostrar con palabras porque aunque se diga que una imagen vale mil palabras, las palabras son capaces de demostrar mucho mas. Además (y esto es mi opinión) los fotógrafos ven la vida de otra manera sino no se explica las impresionantes fotos que hacen algunos (al natural, sin edición con ningún programa ni nada). Eso si que son artistas y esos si que son fotógrafos de verdad.
Los demás somos meros imitadores y nos falta mucho por aprender. Recuerdo mis años jóvenes haciendo foto con la Yashica que teníamos en casa porque en mi casa aunque no fuéramos del gremio siempre nos ha gustado hacer fotos. Recuerdo como tenías que pensar la foto porque los carretes en aquellos tiempos valían una pasta, y ya no te digo nada el revelado, que al principio tenían que enviarlo a Madrid a revelar y tardaba mínimo una semana. Y luego pasada la semana pues ibas con toda la ilusión del mundo a recoger tus fotos y empezabas a ver que mas de 1 te había salido desenfocada o que no había salido como querías. Porque hacer fotos en aquellos tiempos era igual que jugar a la primitiva, para que te saliera una foto buena tenías que tener mucha suerte.
La época digital
Luego ya llegaron las cámaras digitales y fue la perdición. Como no costaban (en comparación con el carrete y revelarlas) pues cada vez que cogía la cámara de las 200 fotos no bajaba y a mis amigos les volvía locos con tanta foto.
Recuerdo que en la boda de uno de mis amigos no conocíamos mucho a la familia de la novia y allí estaba yo con mi cámara intentando captar todos los momentos de la boda, porque yo soy de los de botón fácil y a mi mi mismo me llamo capturador de momentos, de esos que van buscando la foto que no hacen los demás, esa foto en el momento justo que cuando la ves te hace sentir algo (risa, llanto, vergüenza,etc.) y cuando ya llevaba ni me acuerdos las fotos, estábamos en una discoteca en el momento del baile y vienen la madre de la novia a montarme un follón que casi me echa de la boda, que si era un paparazzi, que quien era yo, que porque hacía tantas fotos, fue un momento duro (mas que nada porque ya en esos momentos ya todos íbamos un poco castañas) y tuve que explicarle a la amable señora quien era y porqué estaba allí. Creía que no lo contaba.
Así que gracias a las cámaras digitales nos hinchamos a hacer fotos y ni nos las curramos, directamente le damos al botón y ale. Y con el móvil ya no te digo nada, es fotos a diestro y siniestro.
Y creo que antes de que me enrolle un poco mas voy dar la entrada por cerrada (aunque volveré a hablar de este tema). Mientras seguiré disfrutando haciendo fotos y quien sabe, algún día tenga los conocimientos suficientes y sea un fotógrafo de verdad.